Ladrones (II)
Conduces por una carretera cualquiera. Vas pensando en la pichigota, a tu bola, en plan me gusta conducir cuando de repente, tras una mata, salta la guardia civil. Flipas con el salto, reaccionas y te paras 100 metros más allá del control. Hola buenas tardes, buenas tardes, tal y tal. Esperas a que te pida los papeles, el carnet, el libro de familia, te haga soplar, te diga que un radar te pilló a 83 en una zona de 80, que adelantaste en línea continua o que (ojalá) te informe de que hay un atasco a 2km. Pero nada. No. Ninguna de las opciones que barajas es la buena:
-Le hemos parado para comprobar que no lleve música pirateada-
¿Mande?
-A ver, sacando los cedeses que llevas chavalín. Uf, cuanto disco grabao... mal rollo. Bueno, como somos unos tios cojonudos en vez de multarte ipso facto, te vamos a dar una semanita para que me traigas los cds originales. Si no, pues te pueden caer hasta 3.000€. Venga circule.
Y allá que te vas, alucinando al ver como la GC es cómplice de los ladrones y pensando en cuánto falta para que te cobren por cantar una canción.
¿Y el canon ese de los cojones no era para amortizar la copia privada? ¿Tengo que ir a casa de mis amigos a pedirles el cd original? ¿y si resulta que ellos se lo copiaron a otro que lo había copiado del original? Un día de estos te dan el alto para comprobar que el gallumbo que llevas es bueno y no uno falsificado.
-A ver chavalín, te me vas bajando los pantalones...