domingo, agosto 22, 2004

Ponzoña

Cosas como lo que leía hace un rato en El País hacen que se me revuelvan las tripas a más no poder. Si eres un dulce sacerdote que, debido al influjo del maligno, se propasa con una criatura de 12 años, no pasa nada, es un "acccidente laboral". Un albañil se puede caer de un andamio y a un poli le pueden meter un tiro, gajes del oficio... Ahí estará la compañía de seguros para arreglar el percance. Lo bueno del asunto es que se niegan a pagar, la pobre iglesia holandesa tendrá que correr con los gastos del "desliz" de su oveja descarriada.

¿Alguien sabe la letra esa del himno de Riego sobre los curas y las monjas?

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