Fiesta privada
Eso es lo que siempre me decían en la puerta de una discoteca cuando intentaba entrar. Y yo debía ser el único no invitado de los alrededores. Se me quedó la espinita de no conseguir engañar al portero con mis excusas así que estoy pensando en irme hasta el polígono Marconi, distrito de Villaverde, Madrid DF, a ver si logro colarme. El ayuntamiento de la city, para acabar con la prostitución de la zona, coloca a los municipales acordonando el barrio y que así ningún cliente potencial pueda acceder al mercado carnal. Los vecinos tienen una tarjeta que les acredita como residentes de la zona ¿Tú no tienes pase? pues no entras. Solucionado. Ahora sólo van a ir de putas los vecinos del barrio, que como sólo son 2.000 pues van a hacer que quiebre el negocio.
Al parecer nadie se acuerda de las señoritas que hacen la calle. Igual se creen que por hundirles el negocio van a desaparecer, tragadas por la tierra. Lo que suele pasar, vaya. Pero cuando en vez de evaporarse se vayan a otra parte para poder seguir trabajando, será otro barrio el que se queje. Me mola la política social de Gallardón.
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