Consulte a su farmaceútico
Es la típica frase después de un anuncio de medicamentos, aunque a los amigos de una "amable" farmaceútica francesa pues como que no les va a hacer falta; la gentil señorita, que se debía aburrir en la rebotica, se dedicó durante 3 años a echarles unas gotitas de antidepresivos en el café. ¿Los veía tristes y deprimidos? Pues resulta que no, según la sentencia condenatoria (4 añitos a la sombra) era por mala hostia, hay que joderse. Por si las moscas a partir de hoy voy a tratar mucho mejor a mi farmaceútica (aunque con lo maja que es, no va a ser difícil ;-).
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